Desde que Thabo Mbeki asumió la presidencia, es manifiesta la connivencia entre el mundo empresarial y la clase gobernante. Esta mezcla de géneros se encarna en la persona del sucesor designado de Zuma, Cyril Ramaphosa, de 60 años, que fue elegido vicepresidente del Congreso Nacional Africano (African National Congress, ANC) en diciembre de 2012. En vísperas de la masacre de Marikana, Ramaphosa envió un correo electrónico a la dirección de Lonmin, aconsejándole que resistiera la presión de los huelguistas, a quienes calificaba como “criminales”.
Ramaphosa –propietario de McDonald’s Sudáfrica y presidente, entre otras cosas, de la empresa de telecomunicaciones MTN– también fue secretario general del ANC, entre 1991 y 1997, y del Sindicato Nacional de Mineros (National Union of Mineworkers, NUM), entre 1982 y 1991. Después de tener un papel protagonista en las negociaciones de la transición democrática, entre 1991 y 1993, fue excluido de la carrera para la sucesión de (...)