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Un horizonte amurallado

por Olivier Pironet, octubre de 2014

El contexto político en Israel no ofrece ninguna esperanza a los palestinos. El Gobierno de coalición de Benjamin Netanyahu, bajo la batuta del Likud (derecha conservadora) y en el que participan, entre otros, dos partidos de extrema derecha, se encuentra entre los más intransigentes que haya conocido el país. La izquierda está en claro retroceso, la extrema izquierda inaudible y el campo de la paz hecho pedazos. “Se acabó lo que se daba –expresa un observador israelí que prefiere quedar en el anonimato–.La derecha y los colonos han ganado. Incluso aunque mañana Netanyahu, alcanzado por la ‘gracia divina’, decidiera crear un Estado palestino, no podría. Estos últimos años, la sociedad israelí se ha radicalizado y replegado sobre sí misma. El sionismo religioso y el movimiento ultranacionalista se han infiltrado en todos los aparatos decisorios del país. Su objetivo en Cisjordania es ocupar la tierra, no hay otro. Se trata (...)

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