El término “eugenesia” fue inventado a finales del siglo XIX por Francis Galton, un antropólogo primo de Charles Darwin, para definir la “ciencia del mejoramiento de las razas”. El infanticidio, el control de los matrimonios, la esterilización, la exterminación o el aborto corren pronto el riesgo de parecer pobres medios de mejora de la condición humana, comparados con las aportaciones de la genética molecular, coaligada a la informática y la biología celular.
Los últimos tiempos han visto la irrupción de tecnologías genéticas complejas cuyos poderes, fascinantes y temibles, han sido popularizados por los medios de comunicación: el Crispr-Cas9, “tijera genética”, y el gene drive, o “impulsor genético” (véase el artículo superior). Un primer ensayo chino que utilizó la tecnología Crispr en 2015 para reparar embriones humanos anormales aceleró la autorización de proyectos de investigación en otros países, entre ellos el Reino Unido y Estados Unidos. Se alude repetidamente a la posibilidad (...)
