El 12 de febrero pasado, tres jóvenes venezolanos murieron en una manifestación antigubernamental en Caracas. Esa jornada sangrienta marcó el inicio de una oleada de artículos y editoriales con titulares dramáticos: “La violencia hace tambalear a Venezuela” (The Wall Street Journal, 12 de febrero); “Venezuela en crisis es la Ucrania de América Latina” (Le Figaro, 1 y 2 de marzo); “Los venezolanos atrapados en el ‘chavismo’” (Le Monde, 12 de marzo).
El Gobierno estadounidense no tardó en unirse al coro de Casandras. El 15 de febrero de 2014, el secretario de Estado John Kerry denunció medidas desde el Gobierno venezolano “que buscaban impedir la capacidad de los ciudadanos de ejercer su derecho a protestar de forma pacífica”. Y el 13 de marzo, acusó al presidente Nicolás Maduro de llevar una “campaña de terror” contra el pueblo venezolano. Para quienes observan la situación a través del prisma de los grandes medios de (...)