- HENRIETTE ADRIENSENCE. – Homenaje a Van Gogh con motivo del centenario de su fallecimiento, 1990
Los girasoles se agitan. Los cuervos echan a volar. El sol gira sobre sí mismo. El cuadro palpita. Ni un instante de aburrimiento. Flujo de luces en movimiento. Nos precipitamos dentro de la tela. Espirales enloquecedoras. Es mágico. Nos hemos “sumergido” en Van Gogh. La experiencia inmersiva. Las obras maestras (en versión virtual) del artista, del “Mozart de la pintura”, cobran vida, como suele decirse. Y además, maravilla, no contentos con vibrar, también podemos expresarnos pintando nosotros mismos, completamente inspirados, y ver el resultado proyectado en XXL. ¿Cómo resistirse?
Una hora y quince minutos de visita, cinco millones de espectadores desde su estreno en 2017 de esta operación casi mundial. En Marsella se ha terminado, pero todavía hay entradas disponibles en Los Ángeles. (...)