- Alan Rath. – Vanity III (“Vanité 3”), 1993
Amante de sus series sofisticadas, su cine de autor y sus documentales esmerados, la burguesía progresista brinda su favor a la cadena cultural francoalemana. Arte jamás emite series producidas en Estados Unidos: una decisión muy poco común en el Viejo Continente. “Es la mayor empresa cultural jamás concebida entre ambos países, y la única cadena integralmente bilingüe del mundo”, señalaba Patrick Démerin, el antiguo responsable adjunto de las noches temáticas Thema de Arte.
A pesar de (o gracias a) contar con audiencias estructuralmente modestas —2,9% de cuota de mercado en Francia, 1,2% en Alemania—, se ha ganado los galones de institución de consenso, aunque, en cierto modo, por defecto: desconocida por el gran público, la cadena no es ni especialmente amada ni francamente detestada fuera de su círculo de incondicionales. (...)