¿Qué hay detrás de las pandillas violentas en El Salvador?

Soyapango es un suburbio popular de San Salvador. La única calle en pendiente, en torno de la cual se alinea la urbanización La Campanera, termina en un terreno baldío. Allí, cinco o seis jóvenes arrastran su aburrimiento. Pantalones excesivamente anchos que les caen sobre los tobillos, gorras de béisbol, gestos de raperos. Sobre los brazos, el torso, la frente o las mejillas, llevan tatuado el número "18", que también se ve pintado con spray en las paredes del barrio, delimitando así el territorio de la mara (la pandilla). "La Eighteen (la dieciocho) es mi familia, este tatuaje me une a ella para toda la vida", declara Bad Boy. "Y estos tres puntos en triángulo -continúa- representan la vida loca: sexo, droga y rock...". El muchacho acaba de sufrir la paliza iniciática que marca su aceptación en el seno de la pandilla y predica con el entusiasmo de los conversos: "Nosotros (...)