Del 9 de junio al 9 de julio nuestro planeta se verá sumergido por un peculiar maremoto, el del fútbol, cuya fase final de la Copa del Mundo se desarrolla en Alemania. Se trata del acontecimiento deportivo y televisivo más universal. Varias decenas de miles de millones de telespectadores, en audiencia simultánea, seguirán los 64 partidos de la prueba que opone a 32 equipos nacionales, representantes de los seis continentes.
La confrontación alcanzará su máxima intensidad el domingo 9 de julio, cuando los dos últimos equipos clasificados disputen la final en el Olympiastadion (construido por Hitler para los Juegos Olímpicos de 1936). En ese momento, más de dos mil millones de personas –la tercera parte de la humanidad– en 213 países (la ONU sólo tiene 191 Estados miembro) se encontrarán ante sus pantallas. Y ninguna otra cosa contará para ellos.
La competición actuará entonces como una formidable pantalla y ocultará cualquier otro (...)