Francia vivirá unas elecciones presidenciales dentro de tres meses y la sensación de que la izquierda volverá a perder está bastante más que asentada. El sentimiento es tanto más poderoso cuanto que, incluso en el improbable caso de que se uniesen durante el tiempo que duran unas elecciones, las distintas tendencias que componen esta “familia” ya no tienen mucho en común. Uno se pregunta cómo podrían gobernar juntas cuando se oponen en temas tan esenciales como la fiscalidad, la edad de jubilación, la Unión Europea, el fin o el mantenimiento de la energía nuclear, la política de defensa o las relaciones con Washington, Moscú y Pekín. Solo les sigue uniendo el miedo común a la extrema derecha. Sin embargo, en las últimas cuatro décadas el ascenso de esta ha continuado, por más que “la izquierda” ha estado en el poder durante veinte años (1981-1986, 1988-1993, 1997-2002, 2012-2017). Puede decirse que (...)
Portada del sitio > Mensual > 2022 > 2022/01 > Nos gustaría, pero ya no podemos...
Dossier: Por qué pierde la izquierda
Nos gustaría, pero ya no podemos...
La derrota no afecta solo a Francia, Alemania o Reino Unido. Y la victoria de la izquierda en Chile no basta para hacer desaparecer el problema. En los últimos veinte años, el capitalismo ha sufrido una crisis tras otra y mareas humanas han exigido a sus dirigentes “que se vayan”; todo sin que el orden neoliberal vigente se haya visto seriamente sacudido. Y es la extrema derecha la que está en alza. Los errores y las renuncias de la izquierda en el poder, en particular en Europa, explican que no se haya beneficiado del descontento general. Pero, más allá de su historial de fracasos, ¿qué posibilidades serias le quedan de transformar la sociedad cuando su divorcio de las clases populares es casi total?
Este artículo está reservado a suscriptores.
Si usted es suscriptor, introduzca sus datos a continuación para continuar con la lectura.
¿Todavía no es suscriptor?
Elija su fórmula de suscripción y cree su cuenta.
NECESITAMOS TU APOYO
La prensa libre e independiente está amenazada, es importante para la sociedad garantizar su permanencia y la difusión de sus ideas.
DossierPor qué pierde la izquierda
-
Podemos o los límites del cambio
Maëlle MarietteEl campo progresista parece a veces atrapado por su jerga, aplastado por sus iconos. Pero “hacer algo nuevo” no es suficiente para ganar. Y ser “menos militante” puede hacerle perder un apoyo crucial para cuando llegue la prueba de fuerza. -
En Alemania, debacle y conflicto de orientación
Peter WahlProverbiales y desesperantes, las disputas internas de los partidos reflejan a veces decisiones estratégicas cruciales. Es el caso de Die Linke en Alemania: ¿debe recuperar su base popular en los länder del este o tratar de atraer a un electorado urbano joven? -
La elección de las palabras
Evelyne PieillerDespués de varios compromisos, a veces teorizados como una superación de escisiones, los partidos que dicen formar parte de la izquierda intentan volver a darle identidad. ¿Será suficiente la disolución en el pathos de la “lucha de clases”? -
La extraña desaparición del Partido Comunista Italiano
Antoine SchwartzCon hasta tres millones de afiliados, el Partido Comunista Italiano fue durante mucho tiempo la formación comunista más poderosa de Europa Occidental, capaz de hacer temblar a Estados Unidos. En abril de 1991 dejó de existir y se llevó consigo toda una identidad política. -
Lo que ignoran de las clases populares
Pierre SouchonEl precio de la gasolina, que en Francia lanzó a los “chalecos amarillos” a la calle, nunca formó parte de las reivindicaciones de las organizaciones de izquierda. Y este dista de ser el único problema que afecta a las clases populares sin hallar eco político o sindical.