Multiculturalidad y laicidad

La mayor sorpresa para los británicos, tras los criminales atentados del día 7 de julio, ha sido descubrir que sus autores eran británicos, de origen pakistaní y jamaicano, de religión islámica, como otros britá­nicos son de origen antillano, bengalí o centroamericano, cristianos, ani­mistas o ateos. No es un asunto de inmigración, ni de religión, o desde luego no sólo. Pero es evidente la necesidad de volver a examinar los términos del debate sobre el lugar público de la religión, de las instituciones y prácticas religiosas, en sociedades cada vez más plurales y alejadas de aquellas relativamente homogéneas como las de la Europa occidental en las que el delicado equilibrio entre las iglesias cristianas y los poderes públicos se resolvió con el asentamiento más o menos matizado del principio de laicidad. Ellos, los británicos, se aprestan a revisar éste y otros elementos de su modelo de democracia multicultural, y los que (...)