Cuando en 1920 Francia, trazando las fronteras a su conveniencia, segregó Líbano de Siria obligó a coexistir en un difícil equilibrio socioeconómico, y en un territorio de poco más de 10.000 Km2, a un conjunto minorías representativas de todos los grupos étnicos y religiosos de Oriente Medio. Definidas las reglas, la convivencia fue posible hasta que las consecuencias de la guerra de octubre de 1973 en Palestina llevaron al país a una guerra civil que no terminó hasta que el mundo decidió pararla en 1991 para iniciar la guerra del Golfo.
La guerra del Líbano fue larga y traumática, y se llevó por delante el frágil equilibrio del país. En esta novela Amin Maalouf ahonda en sus consecuencias y lo hace describiendo las trayectorias personales de un grupo de amigos a los que la guerra alcanzó en la Universidad y que veinte años después relatan sus vidas desarraigadas; entre ellos están (...)