En 1977 Thomas Bernhard (1931-1989) aceptó ser entrevistado en su casa de campo por el crítico alemán Peter Hamm. En la entrevista hablaron extensamente sobre su vida y su obra. Pero cuando Bernhard leyó la transcripción de aquellas grabaciones le negó a Hamm el permiso para que las publicara: “Nuestro único y singular experimento resulta totalmente inservible y no se debe aprovechar ni una línea de él”, le escribió. Peter Hamm se sintió ofendido y no contestó la carta del entrevistado. Pero una vez muerto el escritor vienés, Hamm decidió hacerla pública por medio de la editorial Suhrkamp (2011) que fue la empresa que se la había encargado.
A este texto Bernhard-Hamm (traducido impecablemente por Miguel Sáenz) le precede una nota de Hamm en la que explica que “sólo más tarde, cuando había leído todos los libros autobiográficos de Bernhard (El origen, El sótano, El aliento, El frío y Un (...)