Transportes: Un rascacielos bien planteado no deja de lado la cuestión del transporte de los cientos o miles de personas que allí trabajan. Una torre “ecológica” tiene que construirse cerca de infraestructuras eficientes en materia de transporte colectivo, prever estacionamientos reservados para las bicicletas y duchas para los ciclistas.
Energía: Por principio, cada torre está asentada sobre pilares profundamente fijados al suelo que necesitaron importantes perforaciones. Es la ocasión para desarrollar la geotermia con la ayuda de las perforadoras que están trabajando en la obra. En función de las profundidades alcanzadas, las capas subterráneas permitirán calentar y/o refrigerar el edificio. Las fachadas que dan al sur más altas pueden poseer paneles solares térmicos y sobre todo fotovoltaicos, que cubrirán toda o parte de las necesidades de agua caliente sanitaria y de electricidad.
Materiales: Esta ejemplaridad puede continuarse con la elección de materiales naturales (para aislamiento, revestimiento del piso, pinturas…) o reciclados, y (...)