En los años cincuenta del siglo pasado, una adolescente inquieta ayudaba a su padre, fotógrafo de deportes de Terrassa (Barcelona), a revelar las fotos de los partidos de fútbol. Muy pronto, con sólo 16 años, iba a tomar la cámara y trabajar como fotógrafa de prensa. Se inauguraba así otra saga familiar, una más en la extendida tradición de los fotógrafos durante la dictadura (1939-1978) de constituir empresas familiares en las que padres, hijos, y a veces tíos y primos, copaban los escasos y, como a dia de hoy, mal pagados encargos de fotografía para la prensa.
Pero Juana Biarnés era excepcional: por su solidez profesional y porque fue la primera mujer en ejercer el fotoperiodismo como oficio en España.
Nuestro país no había podido desarrollar una actividad fotográfica normal a causa de la guerra y de la dictadura. El embrionario desarrollo del reportaje y de la fotografía vanguardista quedó truncado (...)