La expresión “novela gráfica” no puede ser más acertada. Su intención es provocar un fenómeno parecido al que supuso el surgimiento de la novela moderna en la historia de la literatura. Con esa idea en mente, muchos autores se han lanzado a explorar lo que hasta el momento había sido un terreno prácticamente virgen. Y de entre la variedad de enfoques que ha tenido la “novela gráfica”, quizá el más interesante sea aquel que se propone dejar testimonio de los conflictos del mundo en que vivimos.
En efecto, el propio lenguaje del cómic posee ciertas cualidades que le permiten llenar el hueco existente entre la escritura y el lenguaje audiovisual. Si es cierto que, como afirmó Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje”, no estaría de más plantearnos si no hacen falta más medios para representar la realidad. El lenguaje dominante del cómic resulta abiertamente subjetivo y al mismo tiempo permite, (...)