“En las grandes tradiciones espirituales del pasado, para seguir el camino correcto era indispensable entender la naturaleza de la mente”, sostiene el filósofo contemporáneo Henryk Skolimowski (1930, Varsovia). En su ensayo La mente participativa (traducción de Juan Arnau y Su Lleó), se defiende que “un conocimiento más profundo de la mente significa un conocimiento más hondo de uno mismo”. El padre de la eco-filosofía avanza a contracorriente de las principales visiones filosóficas del mundo, especialmente las mecanicistas, que se originaron en el siglo XVII.
En la teoría de Newton, el funcionamiento de la naturaleza era similar al mecanismo de un reloj, dentro del cual somos pequeños engranajes y ruedas. Esto ha permitido, según el profesor de Filosofía Ecológica, que la humanidad abuse del planeta hasta destruirlo: “Si no cambiamos la orientación y la estructura de la mente mecanicista de hoy, nos quedaremos estancados en los predicamentos del presente”. El cosmos es (...)