Creada mediante simple decreto el 28 de octubre de 2016, en pleno estado de emergencia, la base de datos francesa de Documentos Electrónicos Protegidos (TES, por sus siglas en francés) materializa un proyecto en el pasado varias veces rechazado en nombre de las libertades individuales: la informatización de los datos biométricos de toda la población. Este superarchivo fusiona y perfecciona dos directorios administrativos franceses existentes: el de los expedientes de solicitud de pasaporte biométrico (29 millones en enero de 2017) y el registro nacional de gestión de carnés de identidad (59 millones de carnés entregados desde 2004). Así, apellido, nombre, fecha y lugar de nacimiento, sexo, filiación, color de ojos, estatura, dirección, pero también imagen digitalizada del rostro, huellas digitales y firma de cada individuo se encuentran centralizados y almacenados durante dos décadas (quince años en el caso de los menores). “Esta exhaustividad, al igual que el carácter sensible de los (...)
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Identificación biométrica y control social
La era del control generalizado
En nombre de la lucha contra la usurpación de la identidad (pocos casos cada año) varios países han autorizado la creación de ficheros que reúnen los datos, sobre todo biométricos, de todas las personas que poseen carné de identidad o pasaporte. Esta decisión, que ha pasado desapercibida en el contexto de la lucha contra el terrorismo, hace que recaigan importantes amenazas sobre las libertades individuales.
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