Tal si los hechos y los días lucharan contra una insistente orden de silencio, a medida que la foto desaparece del discurso periodístico la impronta de lo real reaparece en la fotografía de museo, una imagen a la que, como público, accedemos a través del libro, de la Red o de la exposición y que, con frecuencia, necesita la intervención mediadora de un storyteller, de un narrador. Esta es la función de Víctor del Río en torno a Jeff Wall.
Más allá del interés objetivo de la obra y de la posición de Wall, un libro como este, en el que se engarza el análisis crítico y la divulgación con una sutil operación de dar a ver los diferentes periodos expresivos, las relaciones que el artista va tejiendo hasta llegar a algunos maestros (Atget, Evans, el Robert Frank de The Americans) o esa frase de la página 76 “pienso (...)