Gabi Beltrán se crió en el barrio de Palma donde la gente iba a parar cuando las cosas no le habían ido bien y donde, desde ese momento, únicamente podían irle peor. En esta emotiva novela gráfica hace memoria de su juventud y recuerda cómo la miseria primero, y la heroína después, se llevaron por delante gran parte de su generación.
Mediante historias cortas y anécdotas, reconstruye el ambiente que se respiraba, los personajes que allí vivían y las cosas con las que mataba el rato con sus amigos. Atracos a comercios, encontronazos con la policía, robos de coches, visitas a prostíbulos, trabajos precarios y todo tipo de desventuras de barrio bajo quedan reflejadas. Por encima de todo, planea un sentimiento de tristeza por los amigos que murieron jóvenes, por los padres ausentes, por las desgracias cotidianas y, en suma, por la injusticia social. Por eso huye de convertir la (...)