Las elecciones del pasado 20D crearon un escenario cuatripartito inédito. Se confirma así que, por fin, se ha acabado la ya larga era política del “turnismo” entre los dos grandes partidos que desde el “consenso” de la Transición, una vez superada la debacle de UCD, garantizó la relativa estabilidad del régimen.
Con todo, lo que también se ha podido comprobar en estos cuatro meses recientes es que no nos encontramos solo ante una relación de fuerzas parlamentarias que hace difícil la gobernabilidad, sino también ante la necesidad de abordar un debate más de fondo: el que afecta a la crisis del régimen, a la convencionalmente denominada “Nueva Transición” y, por tanto, a la necesidad de abrir el debate constituyente. Porque, en efecto, como ha recordado más de una vez Xavier Domènech, cabeza de lista de En Comú Podem, estamos en “tiempos constituyentes”.
No nos ha podido sorprender, por tanto, que el acuerdo (...)