- Rana Begum. — N° 1191, 2022
Una extraña calma reinaba en Daca, la capital de Bangladés, la mañana del 5 de agosto de 2024. Había vehículos militares y policiales apostados en los principales cruces de la ciudad y las principales vías de entrada estaban bloqueadas por camiones para impedir la llegada de los manifestantes de la “larga marcha hacia Daca”, una protesta organizada por el movimiento popular que llevaba tres semanas sacudiendo el país.
El apagón de las comunicaciones por Internet impuesto por las autoridades se había levantado una semana antes y por las redes sociales corrían especulaciones sobre cómo iban a desarrollarse los acontecimientos desde que el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Waker-uz-Zaman, anunciara que se dirigiría a la nación en respuesta a la petición de dimisión de Sheikh Hasina, primera ministra desde 2009.
Cuando (...)