A Fernando Ravsberg lo mandaron como enviado especial de la radio pública sueca en 1990 para cubrir la inminente caída del Gobierno de Fidel Castro. Desde entonces han pasado casi dos décadas y nuevamente los grandes medios de comunicación occidentales siguen enviando corresponsales a cubrir la caída del régimen con cada nuevo acontecimiento. En Europa, y en España en particular, la gente tiene, en la mayoría de los casos, hecha una idea de la Revolución cubana y de la situación de la isla, basada más en sus propias convicciones políticas que en la realidad del país caribeño.
Este libro es una recopilación del trabajo de casi veinte años como corresponsal para diferentes medios de comunicación en la isla. Durante todo ese tiempo, el autor ha sido criticado como anticastrista por denunciar la dificultad de la vida con los sueldos cubanos o la corrupción (que en muchos casos deviene de esa dificultad) (...)