El ‘Power 8’ traspone un límite

El pasado 4 de abril, sobre una foto de la planta de EADS en Méaulte, titulada “Movilización con menos fuerza”, Le Courrier picard declaraba en letras grandes: “Goodyear-Dunlop, 500 empleos amenazados”. En unos diez años, el Somme vio partir a una textil (Tissages de Picardie), una fábrica de lavadoras (Whirlpool), otra de papeles pintados (Abélia), de componentes eléctricos (Honeywell), de artículos de plástico (Curver), de yogures (Yoplait), de cerraduras (Laperche) y hasta una fábrica de ‘snacks’ (Flodor). Según un informe de la Agencia France Press (AFP), “Desde 2001 se han contabilizado en Francia cerca de medio­ millón de supresiones netas de empleos en la industria”. Según la consultora McKinsey, “cerca del 20% de los empleos industriales están hoy fuertemente amenazados”. Muchos se quedan sin futuro. “Sobre todo, no tengan hijos”, aconsejaba un ex obrero de Flodor, mientras una mujer despedida de ECCE (confección de lujo, subcontratada por LVMH [Louis Vuitton (...)