La historia de Jan Stage, periodista danés que fue testigo de primera mano de la Revolución cubana tiene un interés innegable. Sobre todo para aquellos que estén familiarizados con ella o se sientan atraídos por la figura y los ideales de Ernesto ‘Che’ Guevara. El rostro del héroe revolucionario en la cubierta de esta novela gráfica, además de a una estrategia comercial, responde también a un aviso para navegantes.
Morten Hesseldahl y Henrik Rehr plantean un cómic más que correcto en todos los aspectos, desde el guión hasta la narración gráfica pasando por un dibujo en blanco y negro muy acertado. Sin embargo, cometen la torpeza de querer abarcar demasiado y apretar demasiado poco, lo cual favorece la dispersión que afecta a todo relato de tipo biográfico. La falta de contextualización y el exceso de elipsis tampoco ayudan en este aspecto.
El resultado es un relato demasiado condensado que será del gusto (...)