Portada del sitio > Mensual > 2022 > 2022/07 > El inexorable declive de la Yakuza

En Japón, el crimen organizado ya no es lo que era

El inexorable declive de la Yakuza

La mafia japonesa estuvo mucho tiempo rodeada de leyendas. Con la aprobación de un decreto dirigido a excluirlos de la sociedad y el refuerzo del control policial, el número de yakuzas ha descendido en un 70% en quince años. De hecho, cada vez les cuesta más subsistir. Al perder los lazos que los unían a los dirigentes económicos y políticos, han abandonado el “código del honor” en el que se asentaba su reputación.

por Yuta Yagishita, julio de 2022

Kinoshita Taro considera que ha tenido suerte. Corpulento, robusto y de pelo corto, este pintor de edificios cuarentón bebe a sorbos un café frío mientras mira el ir y venir incesante de los coches en su barrio, situado al sur de Tokio. De su persona emana un sosiego particular. Nada en él permite suponer que hace diez años era miembro del clan yakuza Inagawa-kai, que con sus 3300 miembros es uno de los más poderosos de Japón. Solo existe un indicio susceptible de desenmascararlo: un meñique amputado –la marca de los yakuzas– que oculta cuidadosamente bajo la manga. Es trabajador autónomo, y no es cosa de que un cliente adivine su pasado.

A juzgar por lo que dice, los años vividos con su oyabun (nombre que recibe en japonés un jefe de clan) dejaron un borrón en su vida. Tras hacerse yakuza a los 25 años, tuvo que “matarse a trabajar (...)

Este artículo está reservado a suscriptores.

Si usted es suscriptor, introduzca sus datos a continuación para continuar con la lectura.


¿Todavía no es suscriptor?

Elija su fórmula de suscripción y cree su cuenta.

NECESITAMOS TU APOYO

La prensa libre e independiente está amenazada, es importante para la sociedad garantizar su permanencia y la difusión de sus ideas.