En virtud del estatus de Estado Libre Asociado (ELA), instituido en 1952, los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses –aunque ya sucedía así desde 1917–, pero no deben pagar el impuesto federal sobre la renta. Están representados en el Congreso estadounidense únicamente por un comisionado residente sin derecho a voto. Si el Congreso aceptara la incorporación, los electores de la isla enviarían a Washington dos senadores y cinco o seis representantes. Votarían en las elecciones presidenciales y recibirían un mayor apoyo financiero; sus habitantes podrían beneficiarse de la ayuda social federal. Defendido por el Partido Nuevo Progresista (PNP), esta solución tropieza con la oposición del Partido Popular Democrático (PPD), que aboga por el mantenimiento del ELA en nombre de la especificidad lingüística y cultural de los puertorriqueños.
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El Estado Libre Asociado
por James Cohen,
mayo de 2013
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