Los analistas suelen atribuir la proliferación de encuestas al declive o la quiebra de los partidos políticos. ¿No sería más bien lo contrario, una descalificación de los partidos por las encuestas?
La institución de la elección del presidente de la República por sufragio universal en 1962 inauguró un proceso que su iniciador –el general De Gaulle– no podía prever. En temas constitucionales, convendría tallar en la mente de los legisladores las irreverentes palabras de Louis de Cormenin, redactor del texto por el que se establecía el sufragio universal en 1848: “Será bastante curioso observar qué resulta de todo esto”. Tal desenfado no fue del gusto de Alexis de Tocqueville, quien arremetió contra el jurista: “Hablaba de ello como si de un experimento de química se tratase”.
La reforma constitucional de 1962 no planteaba realmente la cuestión del acceso a la candidatura y se limitaba a aumentar el número de avales necesarios de (...)