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Ninguna cultura es superior a otra

Al encuentro del Otro

El asalto desesperado de emigrantes a las alambradas de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, las revueltas de carácter racista en Sydney, en Australia… Estas duras imágenes de finales de 2005 simbolizan el aumento del miedo y de la intolerancia, sobre un fondo de miseria social, en todo el mundo. Sin embargo, sólo el diálogo con el extranjero y el intercambio de experiencias –incluso para unirse contra un sistema que aplasta a los hombres y a las culturas– pueden hacer vibrar la cuerda de la humanidad común, tan necesaria en el mundo contemporáneo. El escritor y periodista Ryszard Kapuscinski, que durante largos años ha “cohabitado con los otros”, hace elogio de los encuentros.

por Ryszard Kapuscinski, enero de 2006

Este texto está extraído del discurso que pronunció el autor el 17 de junio de 2005, en ocasión de su investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad Ramón-Llull de Barcelona, España.

Cuando me paro a reflexionar sobre mis viajes por el mundo, viajes que se han prolongado durante muchos, muchos años, a veces tengo la impresión de que las fronteras y los frentes, los peligros y las penalidades propios de esos viajes, me han producido menos inquietud que la incógnita, siempre presente y renovada a cada momento, de cómo transcurriría cada nuevo encuentro con los Otros, con esas personas extrañas con las que me toparía mientras seguía mi camino. Pues siempre supe que de ese encuentro dependería mucho, muchísimo, si no todo.

Cada uno de ellos fue una incógnita: ¿cómo empezaría? ¿cómo transcurriría? ¿en qué acabaría?

El mero planteamiento de preguntas como éstas es, por supuesto, tan antiguo que podría calificarse de (...)

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P.-S.

CONRAD, J. El negro del Narcissus. Traducción de Ricardo Baeza. Barcelona, Seix Barral, 1985.

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