- SELÇUK
La campaña electoral que se está desarrollando en la actualidad en Estados Unidos seguramente será la más onerosa de la historia del país. Desde la década de 1970, cada nueva votación bate el récord y, en estos últimos años, el ritmo se ha acelerado. En 2008, la factura de los diferentes escrutinios (presidenciales, Cámara de Representantes, senadores, referéndums locales, etc.) se elevó a 5.300 millones de dólares (4.700 millones de euros), superando en un 27% a la de 2004. El candidato demócrata Barack Obama gastó, él solo, 730 millones de dólares, es decir, dos veces más que George W. Bush cuatro años antes y 260 veces más que Abraham Lincoln en 1860. En 2012, la cuenta total superó los 6.300 millones de dólares, 2.600 millones de los cuales fueron para los dos candidatos a las elecciones (...)