El presidente serbio Aleksandar Vucic y el primer ministro kosovar Albin Kurti aprobaron la propuesta europea de un acuerdo marco destinado a “normalizar” las relaciones entre ambos países el pasado 27 de febrero. El 18 de marzo, tras doce horas de negociaciones, aceptaron los anexos del documento, en los que se prevé la puesta en práctica de compromisos recíprocos nunca respetados hasta entonces. Las partes no firmaron los documentos, pero el alto representante europeo para Asuntos Exteriores Josep Borrell los publicó señalando que el conjunto podía considerarse adoptado y de inmediata aplicación.
En las cancillerías occidentales, la guerra en Ucrania aparece como un acelerador de la construcción europea y una oportunidad para acoplar los Balcanes al resto del continente reduciendo la influencia de Rusia en la región. De entrada, Belgrado ya no puede contar con el apoyo de Moscú. Aunque se manifieste neutral y de momento se haya negado a aplicar (...)