En diciembre de 1997, Ignacio Ramonet, a través de su editorial en Le Monde diplomatique, llamaba a “desarmar a los mercados”. Casi veintiún años más tarde, el antagonismo entre finanzas y soberanía popular no ha desaparecido, tal y como lo demuestran las recientes convulsiones italianas, turcas y argentinas. Sin embargo, persiste una cuestión: desarmar a los mercados, de acuerdo; pero, ¿cómo? No esforzarse por responderla expone a dos amenazas: el complejo de Edipo y el espectro de Medusa.
En la mitología griega, Edipo encarna una ilusión: la de poder escapar de su destino. Cuando el oráculo de Delfos le anuncia que matará a su padre y se casará con su madre, el héroe huye de la ciudad de Corinto, precipitando así el cumplimiento de la profecía del oráculo. Desde hace mucho tiempo, los economistas de izquierdas lo advierten: si su bando político llega al poder y pretende implementar su programa, la (...)