¿Cómo, con el 3% del capital, puede la familia Lee controlar un grupo que supone el equivalente a una quinta parte del Producto Interior Bruto (PIB) de la República de Corea? Durante más de tres horas, el economista Kim Sang-jo, profesor de la Universidad Hansung de Seúl y presidente de la asociación “Solidaridad para la Reforma de la Economía”, se toma su tiempo para explicar sus mil y una artimañas, que se pueden resumir del siguiente modo: ocultación de capitales y nebulosa de inversiones. “Se dice que los dueños de Samsung son los fondos de pensiones extranjeros. Lo más probable es que la familia disponga de empresas offshore en los paraísos fiscales.” Todos los especialistas consultados sospechan que una parte de los fondos de inversión conocidos como “extranjeros” le pertenecen, pero nadie sabe en qué porcentajes. Y el gobierno no se muestra demasiado curioso.
“Dentro de la empresa –continúa Kim Sang-jo–, (...)