Después de la revolución iraní de 1979, algunos dirigentes políticos estadounidenses fueron seducidos por la idea de que las fuerzas islámicas podían ser utilizadas contra la Unión Soviética. Según esta teoría, elaborada por Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional del presidente James Carter, existía un “arco de crisis” que se extendía desde Marruecos a Pakistán, zona donde se podía movilizar el “arco del islam” para contener la influencia soviética. Después de todo, en las décadas de los sesenta y setenta esas fuerzas islámicas conservadoras ya habían servido para marginar y llevar al fracaso a los partidos de izquierda y nacionalistas laicos en la región, y antes en Irán en 1953. El fundamentalismo iraní ¿no podría ser el catalizador de una insurrección musulmana en el “punto débil” de la Unión Soviética?
Ulteriormente, Estados Unidos osciló entre varias políticas en Oriente Próximo y Asia Central. Tenía un objetivo doble: la victoria en la (...)