En 1946, llegué a Madrid con una beca de la Diputación de Lugo, conseguida tras un recital de piano en el Círculo de las Artes de esa ciudad gallega. Según desembarqué en la capital entré de cabeza en el internado Apóstol Santiago, para cursar el bachillerato, con salidas ad libitum al Conservatorio de música. Allí me pusieron a estudiar piano con Francisco Fúster, armonía con García de la Parra y estética e historia de la música con José Fort, de modo que pasaba la mayor parte del tiempo en el caserón de la calle San Bernardo... A mis once años era el más joven del centro, y los que me llevaban dos o tres me parecían unos ancianos: entre otros Mercedes Lambry (cantante), Esteban Sánchez y Jorge Luis Rubio (pianistas), el futuro compositor Luis de Pablo, Odón Alonso, director de orquesta, y Teresita Berganza.
Cuando entré en el Conservatorio, Berganza ya (...)