El 31 de mayo de 2009, fecha de cierre del plazo de presentación de las candidaturas, comenzó oficialmente la elección del nuevo Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). A partir del 7 de septiembre el Consejo Ejecutivo empezó a elegir entre los nueve candidatos y recomendó a los 193 Estados miembros de la Conferencia General a la búlgara Irina Bukova para suceder al japonés Koichiro Matsuura.
La lucha por ocupar ese prestigioso puesto provoca furor entre los Estados que presentaron candidatos y los burócratas ubicados en lo más alto de la organización, los cuales están empeñados, desde su bastión de la Secretaría, en defender o consolidar sus puestos. La palabrería que usan para enmascarar sus intereses no alcanza para ocultar que, durante la gestión de Matsuura (1999-2009), la mayoría de ellos traicionaron los valores fundadores de la Unesco.
Concebida en (...)