Tengamos valor y creamos en el futuro. Tengamos valor, con el corazón libre y lleno de paz”. El nuevo primer Ministro japonés, Hatoyama Yukio, no pronunció estas palabras en su discurso de toma de posesión el 16 de septiembre pasado ni al día siguiente de la histórica victoria de su partido, el Partido Demócrata de Japón (PDJ), sobre el hegemónico Partido Liberal Demócrata (PLD), en las elecciones legislativas del 30 de agosto de 2009. Están tomadas de una canción que grabó en 1988, cuando intentaba hacerse un nombre en el paisaje político nipón.
En aquella época, el PLD aún dominaba el país. El Archipiélago vivía en la opulencia. Las empresas niponas se preparaban para “comprar el mundo” y el país se enorgullecía de ver cómo Occidente trataba de reproducir “el modelo japonés”. En general, la población se adhería a las decisiones formuladas por el Estado: habían permitido que la economía nacional (...)