El hombre hace una pausa. Las oficinas “no son lo suyo”. Percibe claramente que con la gorra que lleva, una barba de tres días y su vaquero manchado, desentona en el lugar. Pero no ha pasado casi una semana atravesando Venezuela para dejarse impresionar en el último momento por un funcionario de la Asamblea Nacional. Juan Guerra, camionero del estado de Zulia, se acuerda de que tiene derechos y de que está enojado. Se recupera y golpea con el puño sobre la mesa: “¡No, nosotros no pedimos, nosotros exigimos que el camarada diputado transmita directamente nuestra queja al ciudadano presidente!”.
En 2000, los 700 camioneros a quienes representan Juan y su compañero Jhonny Plogar, iniciaron un juicio contra sus empleadores, Cootransmapa, Coozugavol y Coomaxdi, tres empresas especializadas en el transporte de carbón que, según ellos, “usurpan el título de cooperativas para aprovechar la exoneración de impuestos y recibir contratos del Estado”. (...)