El 19 de octubre de 1986, el primer presidente del Mozambique independiente, Samora Machel, de 53 años, murió en un accidente de avión en la ladera de la colina de Mbuzini, en el noreste de Sudáfrica. Volvía, a bordo de un Túpolev 134A, de Mbala, en el norte de Zambia, donde había participado en una cumbre regional. De los treinta y tres pasajeros –la mayoría militares soviéticos– sobrevivieron nueve.
Cerca de 31 años más tarde, las causas de este accidente siguen siendo un misterio. La versión sudafricana, que apunta a errores cometidos por los pilotos, predomina en las cancillerías occidentales. Pero para Moscú y Maputo, entonces aliados, el avión habría sido desviado de su ruta por la señal de una baliza VOR (de “Very High Frequency Omnidirectional Range”). Esta emitía en las mismas frecuencias que el aeropuerto de Maputo, oportunamente sumergido en la oscuridad aquella noche.
La URSS y Mozambique exigieron inmediatamente (...)