Una gran mentira en España
¡Peligro! Transgénicos
Los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) se obtienen manipulando los genes de plantas, animales y microorganismos. Desde hace una década, se siembran en algunos países –entre ellos España– variedades modificadas genéticamente (MG) principalmente de soja, maíz, algodón y colza. A pesar de la propaganda sobre multitud de funcionalidades, esas variedades comerciales incorporan tan sólo dos características: la resistencia a insectos plaga y/o la tolerancia a un herbicida determinado.
Al permitir franquear las barreras entre especies, esta técnica crea seres vivos que no podrían obtenerse en la naturaleza o con las técnicas tradicionales de mejora genética. Se trata de una tecnología cuyos efectos son impredecibles. Inexplicablemente, el Gobierno de España es favorable a estos cultivos a pesar de sus grandes riesgos para la salud humana. La mayoría de los españoles los rechaza.
por Juan Felipe Carrasco,
abril de 2009
Tras once años de cultivo, se ha comprobado que las semillas modificadas genéticamente no reportan los beneficios prometidos por la industria biotecnológica. No reducen el empleo de productos químicos en el campo, sino todo lo contrario. Por ejemplo, en Estados Unidos, los tres principales cultivos modificados genéticamente (MG) han conducido desde 1996 a un aumento en el uso de agrotóxicos. Sus rendimientos son menores, o en el mejor de los casos equivalentes a los de las variedades no MG, por lo que los argumentos de eficiencia en el uso de recursos como suelo, agua o combustibles carecen de fundamento. Sus impactos sobre el medio ambiente están cada vez más documentados: contaminación de especies silvestres emparentadas, reducción de la biodiversidad, contaminación química del suelo y de los acuíferos entre otros daños.
También se ha verificado que los OMG no han aportado mejoras en la calidad de los alimentos, sino grandes incertidumbres sobre (...)