Un nuevo fantasma recorre Europa: el fantasma de la deflación salarial generalizada. Esta situación es también el producto de las políticas de austeridad desarrolladas tras el rescate de los bancos (indispensable, pero realizado sin ninguna contrapartida) por los Estados, tras la crisis de 2008. Frente a esta amenaza, ¿de qué márgenes de maniobra disponen las instituciones europeas? Según Lordon, no hay ninguno y por razones que describe con precisión.
El marco neoliberal de la Europa de hoy ha ofrecido a las finanzas una posición de soberanía en detrimento de los pueblos. Este marco desposee a los Estados de cualquier posibilidad de llevar una verdadera política económica digna de ese nombre, por la adhesión, a través de los tratados pertinentes, al dogma del BCE de la limitación de los déficits presupuestarios. La misión exclusiva del BCE consiste en enmarcar la inflación por debajo de un 2% anual. Dogmas que no tienen nada (...)