La nueva victoria de la extrema derecha en Suiza crea el riesgo de que otros partidos europeos de idéntica ideología radicalicen su oposición hacia los extranjeros, sobre todo si éstos son musulmanes. Ello tendrá consecuencias para la Unión Europea, de la que Suiza no forma parte pero con la que Berna firmó, en 2002, un acuerdo de libre circulación de personas. ¿Qué harán los Gobiernos europeos cuando Suiza proceda a la expulsión de alguno de sus ciudadanos condenados a doble pena?
En el fondo, ese referéndum manifiesta una creciente inquietud en torno a la inmigración, a la que se le acusa de ser el origen de todos los males. Es evidente que toda sociedad tiene derecho a definir lo que ella acepta o no en su espacio público. Y no corresponde al país de acogida modificar sus prácticas en función de los recién llegados; son éstos los que deben hacer un (...)