Hay que repetirlo: la crisis aún no ha tocado fondo. Y las próximas noticias van a ser peores. Las Bolsas siguen desplomándose. Los planes de rescate fracasan uno tras otro. No impiden que las principales economías del mundo –Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, España– entren en recesión. Grandes o pequeños, los bancos se hallan en situación objetiva de quiebra. Si no se nacionaliza la banca urgentemente y en bloque, el sistema financiero occidental podría perecer.
Lo más grave es que esta nueva fase de la crisis arrastrará a algún país en su caída. Por ejemplo: Irlanda, inmersa en una grave recesión, con un sector bancario muy vapuleado y un déficit público que podría elevarse hasta el 11% del PIB. Otros países (Letonia, Estonia, Ucrania, Pakistán) podrían declararse en quiebra.
El huracán económico se ha llevado por delante una cuarta parte de la riqueza mundial. Y está provocando, en casi todo (...)