La epopeya de la línea Tanzam

“E l ferrocarril Tanzania-Zambia es un monumento a la amistad entre China y África; debe continuar existiendo”, afirma Du Jian algo nostálgico y preocupado. Este ingeniero chino participó, hace cincuenta años, en la construcción de la línea ferroviaria que aún une Dar es Salaam, en Tanzania, y Kapiri Mposhi, en Zambia. En 1968, en plena Revolución cultural, Pekín se embarcó en la faraónica realización de los 1.860 kilómetros de vías férreas necesarios para esta conexión estratégica. Había un doble objetivo: conectar las zonas mineras del interior con los puertos del océano Índico y darle un respiro a la economía zambiana, que, además de no tener salida al mar, sufría el bloqueo de los regímenes racistas de Sudáfrica y de Rodesia del Sur. Así pues, a la vez que favorecía los intereses chinos en el continente, Mao Zedong deseaba manifestar su solidaridad con estos dos países y, sobre todo, con su (...)