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De Rusia a Colombia, una supuesta demanda social de severidad

La época de los justicieros autoproclamados

Milicias que vigilan las fronteras, bandas organizadas que van en pos de comportamientos “inmorales”, solitarios deshacedores de entuertos que sustituyen unas fuerzas policiales “sobrecargadas” o “demasiado débiles”: por todo el mundo, algunos se están tomando la justicia por su mano, en nombre de una interpretación propia, a menudo reaccionaria, de la ley. Una práctica que las redes sociales retransmiten y amplifican.

por Gilles Favarel-Garrigues y Laurent Gayer, noviembre de 2021

“¡Comienza la redada!”. En esta noche de viernes de julio de 2021, Mijaíl Lazutin da la señal. Atraviesa la puerta del parque de Kalinin, donde se mezclan un centenar de juerguistas con pintas rebeldes, tan ruidosos como bebidos. Acompañado de cinco compañeros imponentes y de dos cámaras, el líder de Lev Protiv (León Contra), un moscovita de 25 años, ha sido llamado al rescate por una vecina, exasperada por la repetida contaminación acústica que, según ella, impide dormir a sus hijos.

En el lugar, los jóvenes noctámbulos reunidos reconocen al famoso youtuber y al equipo de aguafiestas, que interpretan su habitual numerito, ya perfectamente engrasado desde hace siete años: algunos lo saludan sarcásticamente, hay quienes aprietan los puños y otros optan por marcharse. Asumiendo una vez más el papel de deshacedor de entuertos en un parque en el que el consumo de alcohol y tabaco está en principio prohibido, Lazutin obliga (...)

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