Las economías norteamericana y europea padecen las consecuencias de los excesos anteriores en materia de ingeniería financiera. En este libro el autor pone de manifiesto cómo Europa no ha aprovechado el proceso de integración.
La Guerra Fría fue escenario de la reconstrucción de Europa y de los conflictos ideológicos. Los países centrales del capitalismo tuvieron que compaginar el crecimiento con la atenuación de las desigualdades, de ahí que saliera reforzado lo que se iba a conocer como Estado del bienestar. Y optaron por una “democracia de mercado” que compaginara mercado y solidaridad.
Quedó demostrado que era posible instrumentalizar el mercado para alcanzar objetivos sociales. ¿Por qué habría de ser deshecho en la actualidad lo que resultó posible entonces?
Este periodo, truncado a mediados de los 1970, había proporcionado oportunidades económicas a la mayoría de los trabajadores. El Estado actuaba como garante último de ese bienestar. Los economistas y políticos liberales interpretaron (...)