El escándalo de la política paralela plantea la cuestión de los apoyos internacionales con que se benefician los paramilitares. El caso de Francia incluido. Con ocasión de una reunión ilegal y clandestina, en Ralito, en julio de 2001, comprometidas personalidades colombianas, entre ellas el senador Miguel de la Espriella y Carlos Ordosgoitía, funcionario del Gobierno y director del organismo estatal INCO (Instituto Nacional de Concesiones), respectivamente, destacaron la presencia de “dos universitarios de la Sorbona” de origen argentino, que actuarían como consejeros políticos de los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Carlos Castaño y Salvatore Mancuso.
Según de la Espriella, los “universitarios” propusieron “la creación de un movimiento comunitario y político que de algún modo defendería las ideas de las autodefensas, y conduciría a un proceso de paz”. Dos días después, el director del INCO declaró: “Tomaron la palabra dos profesores de la Universidad de la Sorbona, cuyos nombres (...)