“¿Sabe usted, señora? Se lo dejo pasar porque es usted una señora mayor, pero es una excepción. Después se acaba. Se TER-MI-NA”.
Los inspectores de sanidad no son inhumanos. Como empleados sobre el terreno de la Dirección Departamental de Agricultura en Francia, conocen el conjunto de prácticas ancestrales que aún conservan, al margen de las reglas, los últimos campesinos de las montañas. Después de pasar por institutos agrícolas, donde descubrieron los beneficios de la ganadería intensiva y las perspectivas de la “sección de la industria porcina” y de la “sección de la industria de aves de corral”, algunos de ellos incluso cambiaron sus ideas. Admiten que la agricultura ecológica podría desempeñar su papel en la “economía verde” y alientan el desarrollo de nuevas “secciones” en este sentido… siempre y cuando se respeten las normas en vigor: edificaciones para uso agrícola separadas de la vivienda, cría de los animales en un espacio (...)