El credo económico de los Hermanos Musulmanes, favorable a la libre empresa –como lo expresan Khairat Al-Shater, el muy capitalista número dos de la Hermandad y representante de su ala más conservadora, o el riquísimo Hassan Malek, quien tras iniciarse en los negocios en sociedad con Al-Shater, actualmente dirige junto a su hijo una red de empresas textiles, de muebles y de comercio que emplea a más de cuatrocientas personas–, se adecua más a la doctrina neoliberal que a la forma de capitalismo que se desarrolló bajo la presidencia de Hosni Mubarak.
El retrato que Businessweek hizo de Malek podría titularse “La ética de la hermandad y el espíritu del capitalismo”, Hasta ese punto parece parafrasear la obra clásica del sociólogo Max Weber. Según explica la revista, los Malek “pertenecen a una generación de conservadores religiosos ascendente en el mundo musulmán, cuya devoción estimula su determinación al éxito en los negocios (...)