Alcanzar la seguridad interior y garantizar el aprovisionamiento energético fueron los objetivos que condujeron a China a reunir, en 1996, la Federación de Rusia, Kazajistán, Kirguizistán y Tayikistán en una misma estructura, el “Grupo de Shanghai”. Se trata, a la vez, de negociar soluciones a los problemas latentes de fronteras, examinar las cuestiones de seguridad (lucha contra los movimientos independentistas) y reafirmar los vínculos económicos.
En efecto, durante la década de 1990 Pekín temía una escalada de las reivindicaciones de la minoría kazaka, importante en Xinjiang, y la ebullición de los partidos uigures que florecían en los nuevos Estados independientes limítrofes… En 1992, por ejemplo, se crea en Almaty (Kazajistán) la Unión Internacional Uigura, que reúne a 350 delegados provenientes de las repúblicas de Asia central, cuyo objetivo es “promover la autodeterminación del Turkestán oriental”, es decir Xinjiang. En Kirguizistán nacen partidos uigures. La televisión oficial kirguisa difunde programas en lengua (...)