Portada del sitio > Mensual > 2009 > 2009/09 > Bernard Madoff, en las barbas de los reguladores de las finanzas

¿Ceguera de las autoridades o complicidad de los clientes?

Bernard Madoff, en las barbas de los reguladores de las finanzas

La crisis económica ha servido como reveladora de todas las “innovaciones financieras”(hipotecas subprime, titulizaciones, etc). Después de los productos ultrasofisticados, que prometían el oro y el moro antes de arrastrar en su caída al conjunto del sector financiero, apareció la forma más primitiva del fraude: las cadenas piramidales. Bernard Madoff, hoy condenado a 150 años de prisión, ha sido el gran maestro indiscutido de esta estafa, que elevó a una magnitud gigantesca.

por Ibrahim Warde, septiembre de 2009

Más que efectuar malas imposiciones, los promotores de este tipo de operaciones no se sobrecargan con inversiones. Se contentan con sustraer el dinero de los depositantes o, más exactamente, utilizan las sumas aportadas por los últimos inversores para pagar a los anteriores, y se embolsan lo que queda.

Pensábamos que conocíamos todos los resortes de esos juegos de Ponzi (véase el recuadro), que parecían confinados a los sistemas financieros más rudimentarios o a las comunidades que todavía no habían descubierto las prácticas bancarias modernas. Sus arquitectos eran habitualmente embaucadores surgidos no se sabe de dónde que, a fuerza de grandiosas promesas, desvalijaban de sus ahorros a clientes crédulos. Esas pirámides se derrumbaban bastante rápidamente porque cuanto más se agranda una cadena, más importantes son las sumas que recoger: terminaban faltando los crédulos y el fraude era desenmascarado.

Pero he aquí que con el affaire Bernard Madoff, a veces calificado como (...)

Este artículo está reservado a suscriptores.

Si usted es suscriptor, introduzca sus datos a continuación para continuar con la lectura.


¿Todavía no es suscriptor?

Elija su fórmula de suscripción y cree su cuenta.

NECESITAMOS TU APOYO

La prensa libre e independiente está amenazada, es importante para la sociedad garantizar su permanencia y la difusión de sus ideas.